El pasado fin de semana estuvimos en Minerva Combat disfrutando de un grandísimo día de airsoft entre amigos.
Me quedo especialmente con la última misión del día. Dos equipos, dos banderas. Una misión conocida por todos, robar la bandera al enemigo sin que roben la nuestra y defenderlas X minutos.
Nuestro equipo se organiza y decidimos que el grueso de compañeros vayan al poblado y choquen contra el bando contrario a fin de que todos los jugadores del equipo contrario se tengan que ver enfrascados en la defensa dentro del propio poblado. Mientras tanto el compañero Sergio y yo, vamos en binomio rodeando todo el terreno de juego por su perímetro y completo silencio, dándonos cobertura, uno avanza, reconoce y espera al otro mientras lo cubre en su avance, y así hasta llegar a la base enemiga.
Me quedo dando cobertura al compañero mientras avanza en total sigilo con su pistola en la mano, la base enemiga esta totalmente sola y desprotegida, nuestra estrategia esta funcionando. Una vez con la bandera enemiga en nuestro poder, procedemos a realizar la exfiltración con rapidez, el compañero se adelanta mientras yo le proporciono seguridad en retaguardia. Una vez alcanza un punto seguro, me reagrupo con él y juntos llegamos a nuestra base.
Colocamos la bandera enemiga junto a la nuestra y acto seguido termina la partida con victoria. Una partida épica en la que no realizamos ni un sólo disparo, sólo con estrategia, disciplina y juego en equipo.
